LA NO REORGANIZACIÓN DE LA POLICIA MUNICIPAL
El pasado lunes 14 de diciembre el Ayuntamiento retiraba la propuesta de reorganización de la Policía de Barrio en la segunda reunión de la Mesa en la que se planteaba. Y se decidía seguir con el mismo modelo de tantos años al no llegar a un acuerdo para su implantación. Al comienzo de la Legislatura, la Concejalía de Seguridad del Ayuntamiento de Valladolid planteaba sus principales objetivos para aplicar en Policía Municipal entre los que se encontraba la reorganización de la Policía de Barrio. Además de que dicha propuesta se ajustaba a uno de los fines de su programa político: ADAPTACIÓN DEL MODELO DE POLICÍA MUNICIPAL A LAS NECESIDADES REALES DE LA CIUDADANÍA con la premisa de mejorar aún más el tiempo de respuesta en las intervenciones y la calidad de los servicios que se prestan mejorando su eficacia y cercanía.
Su propuesta buscaba incrementar la eficacia del servicio de Policía de Barrio dado que existen razones objetivas que han cambiado desde la última modificación y que justifican hacer una adaptación del horario.
En sus propias palabras: "El éxito de este modelo de barrio, que se adecua a una policía de cercanía, queda acreditado en la percepción que tanto los ciudadanos y sus representantes, colegios, comerciantes, policías… Al considerar que una policía de cercanía hace más eficaz y eficiente la prestación de todos los servicios, además de que mejora sustancialmente la apreciación de los ciudadanos sobre los servicios que presta el ayuntamiento. Estos datos quedan constatados en las diferentes encuestas que se han realizado por parte de terceros sobre el servicio de policía, las demandas vecinales que trasladan a los representantes de la corporación la presencia de policía de barrio y en los análisis que se realizan conforme al sistema de calidad de la policía. En consecuencia, es intención de la corporación local mantener y potenciar este modelo de tres unidades (patrullas, motoristas y policía de barrio) al considerar que es el más se adecua a la consecución del interés general".
Es muy sorprendente que siendo un objetivo importante para la Corporación, un compromiso político que mejoraba la eficiencia del Servicio de Policía de Barrio, una unidad que se trataba de potenciar por su valoración entre los ciudadanos y que no incrementaba el gasto con las alternativas planteadas; se haya optado por retirar la propuesta sin tratar de llegar a un Acuerdo.
La oferta presentada suponía un recorte de las remuneraciones del servicio de barrio, cuando hubo un compromiso en contrario; y un cambio de jornada partida a jornada continua más ajustado a las necesidades y evolución de la ciudad.
Desde SPPM se planteaba que se buscasen opciones a esa pérdida económica para mantener el poder adquisitivo de los policías como reconocimiento a la labor desempeñada por la Policía Municipal en general y la Policía de Barrio en particular; y de ese modo poder llevar a cabo la propuesta realizada por la Corporación y la Jefatura. Y acordando la Jornada de trabajo especial. No han aceptado las alternativas planteadas ni tampoco hemos observado que se realizase un esfuerzo para llegar a un acuerdo; se aceptaba como tal o se retiraba la propuesta.
Este fracaso en la adaptación del modelo policial a los nuevos tiempos tiene innumerables consecuencias negativas que afectan al conjunto de la plantilla y no sólo a la sección de Barrio. Se trata de un proceso que se ha prolongado por un periodo de tiempo muy largo hasta que se ha llevado a la Mesa de Negociación para su aplicación, lo que ha generado una gran incertidumbre entre el colectivo policial. Ha supuesto que algunos de los policías de barrio que llevaban muchos años desarrollando su trabajo en sus zonas de manera muy satisfactoria, hayan optado por otros destinos. Y también ha afectado a la asignación provisional de muchos puestos de trabajo que aún se encuentra pendiente de resolución, situación que afecta principalmente a los compañeros de nuevo ingreso. Asimismo, el fin de las negociaciones para reformar nuestro servicio, da al traste con la resolución de problemas y la gestión de mejoras que quedaban a expensas de la tan nombrada y anunciada reorganización del Servicio de Barrio que finalmente no se va a acometer.
La conclusión que se desprende de este despropósito es clara: no había una intención real de modificar el servicio de Policía. Una plantilla de la talla y la profesionalidad que caracterizan a la Policía Municipal de Valladolid, no se merecía esta falta de consideración y reconocimiento por el trabajo que realiza y hacia la vida personal de sus integrantes. Son muchas las preguntas que nos hacemos ahora, pero la más recurrente es por qué esta consideración hacia un servicio esencial, resolutivo, eficaz y accesible, al que la ciudadanía acude cuando tiene un problema y que además representa uno de los principales bastiones de la imagen de nuestra ciudad. Una incógnita como tantas otras que a día de hoy, dos años después, continúa sin respuesta.
Diciembre de 2020
SPPM Valladolid